Madrid, España.- El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez anunció este lunes que disolverá las Cortes y que el país celebrará elecciones generales anticipadas el 23 de julio, tras los resultados adversos de los comicios locales y regionales del domingo. «He tomado esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones de ayer», dijo Sánchez en un discurso televisado.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez y su aliado de la coalición de izquierda Podemos sufrieron duras derrotas y perdieron terreno en las elecciones regionales y municipales concentrados el domingo, mientras que el conservador Partido Popular y el partido de extrema derecha Vox desplazaron a la izquierda de varios enclaves regionales y obtuvieron mejores resultados.


«Aunque las votaciones de ayer tenían sentido autonómico y municipal, tienen un sentido que va más allá. (…) Asumo en primera persona el resultado del 28M y creo necesario dar una respuesta», añadió Sánchez.
Se esperaba que Sánchez retrasara una votación nacional hasta diciembre, especialmente porque España asumirá la presidencia de la Unión Europea a partir del próximo 1 de julio. En un discurso televisado, Sánchez dijo además: «Creo que es necesario responder y someter nuestro mandato democrático a la voluntad del pueblo».
El conservador Partido Popular (PP) potencialmente arrebató hasta ocho gobiernos regionales a los socialistas en las elecciones locales del domingo, aunque, en la mayoría de los casos, tendrá que negociar alianzas con el grupo de extrema derecha Vox para gobernar en algunas regiones.
Díaz Ayuso arrasa en Madrid y la izquierda se derrumba
Una de las claves de la jornada fue el amplio triunfo de los populares en la capital española. No solamente mantuvieron el gobierno regional de Madrid sino que la alcaldesa Isabel Díaz Ayuso arrasó en las urnas logrando una contundente mayoría absoluta para el PP. Con casi la mitad de los votos escrutados, la dirigente madrileña ya sumaba los 68 escaños necesarios para gobernar sin ataduras ni coaliciones.
Además, Díaz Ayuso se posicionó claramente para disputar el liderazgo nacional del partido -y la consiguiente candidatura presidencial- con Alberto Nuñuez Feijoó, si este cayera en las encuestas, según un acuerdo al que arribaron entre el líder gallego y la madrileña. Dicho acuerdo fue cuando la fecha tentativa de la elección presidencial era entre noviembre y diciembre, antes del sorpresivo anuncio del adelantamiento que hizo ahora Pedro Sánchez.


Isabel Díaz Ayuso, la gran vencedora de las elecciones del domingo 28. El Partido Popular arrasó en Madrid y triunfó en otras 30 capitales regionales.
El Partido Popular, que contaba con 11 capitales de provincia, ha logrado casi triplicar sus resultados, hasta alcanzar las 31 ciudades capital donde podría gobernar. De ellas, en 11 capitales (Madrid, Cádiz, Córdoba, Granada, Almería, Santander, Logroño, Badajoz, Salamanca, Melilla y Teruel) alcanza la mayoría absoluta que le posibilita gobiernos en solitario, sin depender de Vox.
Aparte, el independentista Junts en Barcelona arrebata el gobierno local a la actual alcaldesa, Ada Colau, con el 86 % del voto escrutado en esa ciudad. En tanto que en los municipos del País Vasco, también se impusieron los independientistas, en este caso de Eh-Bildu, que le qitaron la alcaldía de Vitoria al oficialista Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Vox duplicó su respaldo electoral, al subir del 3,5% de los votos al 7,1%; en concejales tenía 530 en 2019 y ahora logró 1.663, es decir, el triple de ediles en toda España.
Los socialistas han perdido los gobiernos de Extremadura, Comunidad Valenciana, La Rioja, Aragón, Canarias y Baleares en favor de PP y Vox. Además, se ha diluido en Cantabria, donde gobernaban como fuerza minoritaria junto al PRC. Y de las 22 capitales de provincia que gobernaba los socialistas solo podrían seguir haciéndolo, pero con pactos con diferentes fuerzas territoriales o nacionalistas, en 7 de ellas: perdieron Sevilla, Valladolid, Palma de Mallorca, Gijón y el gobierno de la ciudad de Valencia, entre otras.
Unidas Podemos por su parte, sufrió la peor derrota y no consiguió entrar representantes ni en la Comunidad de Madrid ni en Valencia. Le queda apenas una presencia testimonial en los parlamentos de Murcia, Aragón, Extremadura y La Rioja y deja muy debilitada a la izquierda más radicalizada.