Buenos Aires.- El costo de los artículos de las canastas de alimentos esenciales (CBA) subieron durante febrero 11,7%, y acumulan en los últimos doce meses 115,1%, lo cual significa que quedaron muy por encima de la inflación. Similar es lo que ocurrió con la Canasta Básica Total (CBT) que registró un incremento de 8,3% en el segundo mes del año, y acumula 111,3% anual. La CBA fija la línea de la indigencia y la CBT mide el piso para la pobreza.
Ambos índices aumentaron largamente por encima de la inflación tanto mensual como interanual, lo que deja en evidencia -obvio- que la suba de precios siempre golpea más fuerte sobre la gente que tiene ingresos insuficientes y requiere asistencia para sostenerse. Huelga decir que el comportamiento de estos índices son claves en el cálculo de la pobreza y la indigencia de la población, datos que se conocerán a fin de mes.


Para el segundo mes del año, el aumento mensual de la CBA fue de 11,7%, mientras que el de la CBT fue de 8,3%, significativamente por encima de la suba del costo de vida de 6,6% en este mes, informada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) esta semana.
De esta manera, en febrero una familia de 4 personas necesitó contar con ingresos mínimos de $177.063 para no caer en la pobreza, y de $80.483 para no caer en la indigencia. Mientras que el índice de precios anualizado (IPC) se disparó ya a 102,5%, las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 115,1% y 111,3% en términos interanuales, según informó el organismo estadístico oficial.
Las cifras del Indec indican que una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, tienen un costo de la CBT que llegó en febrero a $140.963 y para un grupo familiar de cinco integrantes fue de $186.231. En paralelo, la CBA costó para un grupo familiar de tres miembros $64.074, mientras que para uno de cinco integrantes subió a $84.651.
Para una persona adulta que vive sola, en febrero el costo de la CBT fue de $57.302 y el de la alimentaria de $26.046.
Desde otro ángulo, suma más preocupación la relación de estos datos con el poder adquisitivo de los salarios. Las diferencias porcentuales entre las subas de las canastas básicas y la inflación le están sacando cada vez más diferencia a los salarios. En otras palabras, se sigue acentuando el deterioro del poder adquisitivo, con salarios que crecen por debajo del IPC de cada mes.