Mientras en Europa, la OTAN, Rusia y Ucrania suben la tensión del conflicto territorial y geopolítico, la situación parece replicarse en Asia, con China, India, Taiwán y Estados Unidos como protagonistas. Ambos conflictos datan sus inicios luego de la Segunda Guerra Mundial y en la división de regiones, que a su vez derivaron en disgustos de las grandes potencias que vieron como el nuevo orden mundial los dejaba cada vez con menos chances de dominar espacios.
Hace algunas semanas el presidente Joe Biden anunció que apoyará a Taiwán en caso de una invasión China, aunque internacionalmente la isla de Taiwán o la República de China (Taipei) es reconocido como país soberano sólo por 15 estados y recién en 2021 logró un primer acuerdo con un país europeo: fue en octubre y con Francia. La ONU, en 1971, votó por reconocer solamente a la República Popular cómo la única China, la que fundó Mao Tse-tung tras la revolución de 1949, y determinó que sería un país con dos tipos de regímenes: el de economía mixta comunista-capitalista, en el continente, y el de la pequeña isla de Taiwán, de sesgo pro occidental.
Todo lo que sucede con China hoy importa sobremanera por una sencilla razón: es la segunda economía mundial detrás de Estados Unidos, por delante de Rusia y de los países más relevantes de la Unión Europea.
El presidente actual de China, Xi Jinping sostiene que la isla, es sólo una provincia rebelde que tarde o temprano se unirá indiscutidamente con el resto del territorio, pero la presidente de la República de China o China-Taipéi, Tsai Ing-Wen sostiene que la independencia de los ciudadanos no se debería tocar. De hecho el último intento de convenio entre ambos países, llevó a una revuelta en Taiwán por el miedo que le genera a la población vivir bajo un régimen tan disímil al suyo.
La isla es considerada como una de las democracias más sólidas del planeta, mientras que China es más bien conocida por los controles que tiene sobre la población. De hecho, durante la gestión de la pandemia mundial, fue uno de las regiones que más restricciones pudo aplicar por los controles tecnológicos que mantiene, característica que comparte con Taiwán, pero que el uso de la tecnología es completamente diferente.
Ambas regiones se caracterizan por el avance de la tecnología y su uso en la población, unos para saber qué es lo que hace cada ciudadano en su región y controlar que no se rompan con las reglas preestablecidas y el otro para mostrar transparencia desde la gestión. Sin embargo, es evidente que la población del gigante continental es mucho más grande que la del otro y que -a simple vista- el territorio de China es más grande que el de Taiwán, lo cual, en un eventual enfrentamiento bélico, la isla tendría sumamente complicada su situación para la defensa, aún cuando contara con apoyo logístico y militar de Occidente, como es el caso hoy de Ucrania frente a la invasión rusa.
Según los números que ofrece DatosMacro, Taiwán tiene una superficie de 35.980 kilómetros cuadrados, con lo que se encuentra entre los países más pequeños, con una población de 23.375.000 personas, se encuentra en la posición 57 de la tabla de población. Por su parte, China tiene una superficie de 9.600.013 kilómetros cuadrados y es considerado uno de los países más grandes del mundo, con una población de 1.412.120.000 personas y un porcentaje bajísimo de inmigración; es el país más poblado del mundo 147 habitantes por kilometro cuadrado.
De todos modos, si algo dejó en claro el enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania, es que por más de tener un ejército menor al contrincante, la resistencia que se puede lograr es elevada. Sobre todo cuando las regiones enfrentadas al país que tiene mayor potencial apoyan al menos beneficiado en armamento y ejército.
En relación al posible apoyo que Joe Biden anunció para colaborar con generar una balanza más equitativa, el Canciller chino, Wang Yi, sostuvo que «ningún Estado puede o debe buscar su propia seguridad a expensas de la seguridad de otros países». Las declaraciones se dieron en torno a la VII conferencia Internacional ‘Rusia y China: la cooperación en una nueva era’, y en paralelo hizo una muestra de su poder para el combate de mares y espacios aéreos.
En el último tiempo, Taiwán adquirió armamento que podría generar incertidumbre en China, pero lo que más malestar provocó en Xi Jinping fueron las declaraciones estadounidenses porque, además del apoyo que podría brindarle directamente al territorio de Taipéi, cuenta con un aliado estratégico que es India. Éste último está enfrentado a China a tal punto que eventualmente ocurren enfrentamientos con palos y puño entre los ejércitos de ambos países que recorren y protegen su frontera.
La disputa que tienen ambos países es de vieja data también, en dónde la frontera es el principal problema que mantienen producto, cómo primer hecho en 1959 cuando se asiló al Dalai Lama en India. Pero en la gran diferencia contra el resto de los enfrentamientos bélicos es que ambos países son los más poblados y el avance tecnológico es similar, de hecho India solicita ser incluido dentro de los considerados como grandes potencias.
En relación a los ciudadanos y territorio cubierto, DatosMacro señala que India tiene una superficie de 3.287.259 kilómetros cuadrados, lo que lo deja como uno de los países más grandes del mundo, con una población de 1.380.004.385 personas, es uno de los países más poblados del mundo 420 habitantes por kilometro cuadrado.
Lo cierto es que, al igual que en la frontera ruso-ucraniana, China está manteniendo dos frentes levantados ante las posibilidades de reconocimiento de Taiwán, mostrando su fuerza armamentista y del otro lado de las fronteras desde India y Taiwán hacen lo propio. Cualquier excusa sería buena para generar un nuevo enfrentamiento, quizás en un intento por parte de Estados Unidos por romper con el crecimiento como potencias mundiales que tienen tanto Rusia como China, desbaratarlos a nivel militar, económico y regional.